Otra experiencia educativa de la Arquidiócesis de Mérida en el Año Escolar 1992-1993 fue la creación de este Colegio. Nació como Colegio “San Martín de Porres” como respuesta a un grupo de merideños que clamaban por la creación de colegios católicos. El Colegio desde su nacimiento fue acogido por el Convenio Ministerio de Educación – Asociación Venezolana de Educación Católica (ME-AVEC). Bajo el Nro. 210025; su única finalidad es proporcionar asistencia de educación integral a niños y jóvenes procedentes de familias cristianas desfavorecidas económicamente en la sociedad, dándoseles también oportunidad a aquellos que cuentan con posibilidades socio económicas estables, pero que solicitan el servicio en esta institución.
En su inicio la matricula fue de 96 estudiantes, de
Preescolar a 6º Grado de Educación Básica Escolar, con turno de 7:00 a.m. a
12:00 m., funcionando en las instalaciones de la Casa Hogar “Divino Niño
Jesús”.
En el año escolar 1996-1997 fue creado el turno de la
tarde. En Abril de 1997 hasta Julio de
1998 funciono en las instalaciones del Colegio “San Luís”, gracias a la Congregación
Salesiana. En
Septiembre del mismo año el Colegio cambio el nombre de “San Martín de Porres”
por U.E. Colegio Arquidiocesano “Madre Laura”.
En el año escolar 1998-1999, el Colegio empezó a
funcionar en el Centro Virgen de Candelaria, en Zumba La Parroquia, donde los
Padres Claretianos cedieron el alquiler de estas instalaciones, iniciándose la
III Etapa de Educación Básica Escolar, con dos secciones de 7º grado de 16
estudiantes cada una; dos años más tarde es Sr. Arzobispo Monseñor Baltazar
Enrique Porras Cardozo y el Padre Hugo Anzil Zoz cedieron en comodato las
instalaciones de Zumba y el Centro Parroquial Santiago de la Punta en la Parroquia , donde
prosiguió la III Etapa de
Educación Básica y el Diversificado y Profesional.
El personal docente, ha sido ejemplar desde su inicio,
educando en valores y evangelizando a sus estudiantes con calidad
humana-cristiana y profesional que han fortalecido el éxito del Colegio. El
personal administrativo y obrero, ha sido colaboradores silencioso pero
efectivo, en el crecimiento de esta Institución.