Comienza desde nuestra realidad, con fe y esperanza en el
futuro; construyendo una institución misionera; comprometida con los más
necesitados, clara en sus principios de formación y compromiso evangelizador,
abierta a la comunidad y que la familia vea en el centro la prolongación de la
educación de sus hijos; manteniendo lazos e afecto y respeto mutuo y que junto
a cada una de las personas que forma parte del Centro Educativo, viva su
criterio de pertinencia y lo visualice como un centro de formación de personas
solidarias, críticas y democráticas dentro de un país con diversidad de
situaciones sociales y económicas.